Rosácea
¿Qué es la rosácea?
La rosácea es una enfermedad inflamatoria crónica de la piel que afecta principalmente al rostro. Se caracteriza por enrojecimiento persistente, sensación de calor o escozor, aparición de granitos y vasos dilatados visibles.
¿A quién afecta?

Suele aparecer entre los 30 y 50 años, especialmente en personas de piel clara, aunque puede afectar a cualquier tipo de piel. Es más frecuente en mujeres, pero los casos más graves se dan con mayor frecuencia en hombres.
¿Qué causa la rosácea?
La rosácea se debe a una combinación de factores:
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Disfunción del sistema inmune.
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Alteración de la regulación de los vasos sanguíneos.
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Cambios en el microbioma de la piel.
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Factores genéticos y ambientales (como sol, estrés o comidas picantes).
Además, las glándulas sebáceas (que producen la grasa de la piel), abundantes en las zonas donde aparece la rosácea, parecen contribuir a la inflamación al producir sustancias que activan el sistema inmunitario. Esta actividad exagerada daña la función barrera de la piel, facilitando aún más la irritación y la inflamación crónica.
¿Cómo se trata la rosácea?
El tratamiento se adapta al tipo de rosácea e incluye:
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Evitar desencadenantes y cuidar la piel con productos suaves.
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Una rutina cosmética individualizada para cada caso.
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Cremas o geles antiinflamatorios o antiparasitarios.
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Antibióticos orales a dosis bajas con efecto antiinflamatorio.
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Isotretinoína, que actúa regulando la función de la glándula sebácea.
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Láser o luz pulsada para los vasos dilatados y el enrojecimiento persistente.